Warhammer: Condes Vampiro
Los Vampiros del Viejo Mundo buscan dominar los restos mortales de todas las criaturas terrenales. Morir es rendirse a su poder. Pacientes, astutos y arteros, los Vampiros trabajan sin descanso para conquistar las tierras de los vivos con su hechicería antigua y corrupta. Si consiguen sus temibles objetivos, los rayos del sol se verán para siempre sofocados por la noche, y la edad del hombre será sustituida por la edad de los muertos. El mundo se transformará en una fantasmagórica necrópolis de esclavos, gobernados por la férrea voluntad de los Condes Vampiro.
Cuando la muerte es algo que tarde o temprano ocurre, ¿cómo esperan los vivos pueden los vivos esperar prevalecer?
Este libro de ejército de Warhammer de tapa dura de 96 páginas a todo color contiene todas las reglas necesarias para desplegar un ejército de Condes Vampiro, así como información de trasfondo, un bestiario acompañado de ilustraciones y una galería de miniaturas fantásticamente pintadas.
Warhammer Magia de Batalla: Condes Vampiro
El mazo de cartas de El Saber de los Vampiros son las últimas cartas de Magia de Batalla específicas de un ejército. Sin embargo, los jugadores de los Condes Vampiro deberán ser rápidos en conseguir este producto ya que, a diferencia de Warhammer Magia de Batalla, este mazo estará disponible únicamente hasta fin de existencias. Cada una de estas cartas a todo color describe un hechizo y contiene toda la información necesaria para utilizarlo en el campo de batalla. En cada una de estas cartas encontrarás el tipo de hechizo, la dificultad y el alcance del mismo. Estas cartas no sólo son una manera táctil de representar la magia de tus partidas, sino que también, desde un punto de vista práctico, hacen que elegir los hechizos sea mucho más fácil y rápido en el fragor de la batalla. Ya no tienes que ojear las páginas del reglamento de Warhammer en busca de la magia y sus hechizos, simplemente ten a mano las cartas de tu Hechicero durante la fase de magia.
Trono del Aquelarre / Sagrario Mortis
A menudo, los monarcas de la noche van al combate en opulentos palanquines de guerra conocidos como Tronos del Aquelarre. Estas construcciones de hueso son llevadas a cuestas por los espíritus de aquellos fueron derrotados y ahora están condenados a llevarlo para siempre. Son las Lahmias las más famosas que utilizan los Tronos del Aquelarre, y por eso estas construcciones que llevan a las Lahmias van cargadas con extraños artefactos y grandes cuencos encantados, llenos a rebosar con sangre de vírgenes. A pesar de sus lujos, estos ostentosos palanquines son unas armas potentes sobre el campo de batalla.
Para los Nigromantes más poderosos del Viejo Mundo, el Sagrario Mortis es una tumba y un sepulcro por igual. Una vez muertos (bien muertos), los restos de estos poderosos hechiceros son consagrados en el Sagrario Mortis, llevado a la guerra por una hueste de espíritus vinculados a él. La visión de este artefacto, rodeado por Doncellas espectrales que aúllan y gritan y arrastrado por ayudantes no muertos, es aterradora. Y en medio de la cacofonía de las almas no muertas se encuentra el Capataz, el guardián del relicario, una fuente de poder inimaginable. Cuando el Capataz retira los cierres y abre el relicario, se libera el poder contenido en él por todo el campo de batalla.
Caballeros Negros / Espectros condenadores
Los Caballeros Negros tienen su origen muchos siglos atrás, cuando las tribus de bárbaros vagaban por lo que ahora es el Imperio. Tras su muerte, fueron enterrados con sus más preciadas posesiones, como espadas, armaduras, e incluso, corceles. Cuando los Vampiros llegan a la tumba de un Caballero Negro, su innata aura mágica lo despierta, y sale de su tumba, listo para el combate. Es tan poderoso el vínculo entre jinete y montura que pueden galopar directamente a través de ciudades en ruinas, o incluso cargar en la superficie de un lago sin dejar una sola onda.
Los Espectros condenadores nacen en las profundidades del inframundo y su único objetivo es cazar a aquellos que engañado a la muerte. Tienen muchas cosas en común con los Espectros, y sus armas guadaña son igual de letales (si no más). Debido a sus formas incorpóreas, un Espectro condenador puede simplemente existir entre varios mundos, y sus guadañas se materializan en el interior de los cuerpos de sus adversarios. La armadura no ofrece protección contra estas monstruosidades de No Muertos; ellos arremeterán contra sus víctimas rápida y violentamente y capturarán sus almas para una vida eterna.
Vargheist / Horrores de la Cripta
Los Vargheists representan el lado más oscuro del alma de un Vampiro hecha realidad. Son enormes humanoides alados, que superan varias veces el tamaño normal de un ser humano. Aunque los Vargheists antaño caminaron y hablaron como señores entre los suyos, estos Vampiros malditos desde su nacimiento, se han convertido en depredadores voraces, desesperados por saborear la sangre. Merodean por el campo de batalla en manadas, dispuestos a atacar a un enemigo que presente la más mínima señal de debilidad y a abrirse paso por sus filas con sus garras y colmillos ensangrentados. Los Vargheists son guerreros formidables, ya que su furia y su apetito voraz no disminuyen a pesar de ser controlados por sus crueles y vampíricos maestros.
Las monstruosidades malformadas denominadas Horrores de la Cripta son, por suerte, poco comunes, aunque en épocas de guerra abierta, se ha visto como sus tambaleantes formas marchaban junto a los ejércitos de los Reyes Necrófagos. Como todos los Necrófagos, estos también se han creado a partir de la desesperación, son los subordinados de los subordinados (de hecho, no tienen la decencia de estar muertos), pero no por eso son menos letales. Incluso una herida superficial de una de sus mugrientas garras es suficiente para matar a un hombre en segundos, ya que su interior se pudre y muere debido a su toque.
Rey Tumulario de los Condes Vampiro
Hace tiempo, poderosos líderes lucharon por toda la zona que ahora se conoce como el Imperio. Tras su muerte, estos brutales guerreros fueron enterrados a mucha distancia bajo el suelo y sus tumbas, protegidas de salteadores y carroñeros por hechizos chamanísticos. Muchas de estas tumbas hace mucho que se perdieron; pero muchas otras aún perduran. Algunas de ellas se construyeron en zonas en que la Magia Oscura fluye y se arremolina. En estos lugares malditos, sus ocupantes no descansan en paz y sus almas se hallan a medio camino entre el mundo de los mortales y el reino de ultratumba. Cuando el flujo de la energía oscura aumenta, los antiguos señores de la guerra se levantan de sus criptas como Reyes Tumularios, con sus ojos destellando con un brillo antinatural. Con solo un toque de su espada, pueden drenar la vida de sus adversarios, o rebanar la carne y el hueso con una facilidad inimaginable. Ataviados con una armadura pesada, sus cuerpos son virtualmente invulnerables al daño, lo que los convierte en héroes populares para liderar a los Guerreros esqueleto o a la Guardia de los Túmulos a la batalla.
Isabella Von Carstein
Isabella von Carstein era una dama noble, y la única hija del Conde Otto von Drak el loco. Sin un varón heredero, Otto prometió casar a su hija con un noble digno de su tierra, aunque ello conllevara que no fuera ninguno de los señores locales, puesto que eran todos rivales suyos. El hombre con el que finalmente se casó Isabella fue Vlad von Carstein, un misterioso noble del norte. Muchos años después, cuando Isabella enfermó debido a una enfermedad debilitadora, Vlad se dio cuenta que no podría seguir sin ella y, de mala gana, la unió a las filas de los No Muertos. Como vampira, la Condesa Isabella marcharía siempre a la batalla junto a Vlad, reforzando su poder con el legendario Cáliz de Sangre de Bathori, una antigua reliquia cubierta de Magia Oscura.
Krell, Señor de la No Muerte
Krell fue un poderoso Paladín del Caos en los días antes del nacimiento de Sigmar, el líder de una tribu bárbara corrompida por el poder de Khorne, el dios del Caos. Aunque finalmente fue abatido por el héroe enano Grimbul Cascodehierro durante su asalto a Karak-Kadrin, Krell volvió al reino de los mortales casi 1.500 años después gracias al gran Nigromante Nagash (aunque mucho más muerto que antes). Krell acabó derrotado por Sigmar muchos años después y fue resucitado (otra vez) por Heinrich Kemmler, el Señor de los Muertos. Equipado con el Hacha Negra, una terrible arma de proporciones colosales, Krell dejará un rastro sangriento a su paso.
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